Hola ¿Cómo estás?... Para ser completamente honesto me
alegro de hablar contigo.
Más de una vez vi tus ojos en los ojos de alguien más o
tu sonrisa en la sonrisa de alguien más, personas con las que me fui topando en
el trabajo o, simplemente, la calle, pero ahí estabas despertando la pregunta
dentro de mi… ¿A quién me recuerda?
Por esta y muchas razones tu nombre y rostro no han
terminado de ocultarse en el horizonte.
Me alegra, me alegra saber de ti.
Señorita, nosotros tenemos una historia, las cosas que
han pasado no las podemos borrar o ignorar, tanto los momentos lindos como los
no tan lindos… Pero después de un año y medio las cosas habrán cambiado ¿o no?
No dudo de tu cariño, fuiste y sigues siendo la persona
que más afecto me ha demostrado… No dudo de tu interés, sigues estando, a pesar
de todo, a pesar de mi forma de ser, sigues estando… No dudo de ti, por Dios no
dudo de ti… y lo valoro… y lo aprecio… y lo guardo.
Desde este corazón…
Eres hermosa, inteligente, femenina, cantas muy bonito, eres tierna y cariñosa,
inteligente, activa y llena de vida.
Tú, que alguna vez me dijiste la frase que siempre quise
escuchar, hoy vienes y haces algo que siempre he valorado… Me vienes a buscar.
No es porque yo sea una diva egocéntrica que espera a
que las personas sientan la gloria de estar postrado a sus pies, no… Es solo
que siempre he apreciado la valentía de alguien que toma lo quiere y si me
quieres, solo ven y tómame.
Para mí las cosas sí son muy diferentes, pareciera que
en este último año y medio la vida me tiene en curso intensivo, la única
constante es que mi vida no deja de estar con un pie dentro de la inestabilidad…
Emocional, física, psíquica y laboral.
Hoy, no sé mañana, tengo los medios para viajar este
mismo fin de semana… para traerte este mismo fin de semana… o para vivir contigo
este y todos los fines de semana, pero…
Sabes lo que me encanta de ti… Y sabes lo que no me
gusta tanto.
Quiero decir…
Lamentablemente sabes lo duro que soy, lo tajante y frio
que soy… Y yo, aunque no lo parezca, aunque sea totalmente contradictorio, no
quiero hacerte daño… De verdad, de verdad verdad, lo que más me importa, entre
tú y yo, es no hacerte daño. Es cierto que puedo amarte, adorarte, mimarte y
cuidarte… Es cierto que me encantaría amarte, adorarte, mimarte y cuidarte…
pero solo, y tal vez es mi única condición, si traes alegría a mi vida.
Sé que la vida es complicada, sé que las personas tienen
problemas y que a muchos de ellos los sobrepasan emocionalmente, sé que no es fácil,
pero sé que es posible… Feliz escucho tu día o te abrazo cuando estes cargando
mucho sobre tus hombros, encantado te digo al oído “Ya chiquitita, todo estará bien”…
te lo juro, encantado te regalo mis brazos para que descanses en ellos de las
complicaciones del día a día…
Pero ya sabes, sé que lo sabes… No quiero entregarte mi corazón
para que luego lo partas al retarme por una estupidez, que me llames llorando al
trabajo o que los celos te coman porque sigo interactuando con el mundo… Yo también
necesito de tu estabilidad, también quiero llegar y recostarme en tus piernas,
sentir la cascada de tu cabello sombre mi rosto y descansar, al fin, de las
adversidades de la vida.
Te quiero Leny, te quiero mucho, tanto que no te voy a
usar para satisfacer mi ego o aplacar mi soledad.
Un abrazo, un beso… un lento, delicado y de ojos
cerrados, beso.
Suena a despedida, pero no... es una invitación.