¿Por qué te torturas rondando mi mundo? ¿No fuiste tú quine me sacó de su vida?
Yo puedo extrañarte, soñarte y buscarte, pues solo te veo
partir mientras sueltas mi mano y sigues adelante. No mires atrás, no seas injusta
conmigo, deja que tu silueta se pierda en mi horizonte, deja que mi mente solo
pueda amar tu recuerdo, deja que tu voz y tu risa se vayan silenciando de a poco,
poco a poquito.
Vamos ¿Qué haces? No refuerces mi ego volteándote a verme, sal,
sal de aquí.
Es cómico como tengo el alama dividida, una me dice “Si tiene
miedo que se joda” y la otra me dice “Es joven y no sabe ser amada”,
lamentablemente no dejo de pensar, “y ¿Quién abraza al Faby?”. Bueno, dos caminos
y un mismo consuelo “El Faby abraza al Faby”.
Ya, no sufras, ven y dime “Hola ¿Cómo estás?”
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