Pienso en ti más de la cuenta... Verte, me alegra más de la cuenta... y no hacerlo, me pone un poco triste.
Pero bueno, debe ser la preparación para dejar de vernos definitivamente algún día...
Mira tú, mira tú que así será...
Yo no me hago y tú no haces… De esta manera podemos hablar con claridad.
No vienes por las plantas, el café
o el ambiente con aroma a manzana y canela. Cuatro paredes y cinco muebles son
solo eso, pero con un mínimo cambio en la ecuación, las frías paredes de yeso y
cartón se transforman en un lugar que no puedes dejar de visitar.
Ven que yo te saco de este
entuerto…
Vienes, primero que todo, porque
te dejo venir… Te quedas porque soy agradable… Y vuelves porque no es
suficiente.
Si pudiera hablar sin tapujo…
Sé que vienes porque te gusto…
altura, voz, personalidad, inelegancia o físico, me da igual… Sé que te encanta
estar conmigo. Imagino entonces lo conflictuada que debes estar, tienes a Don Weas
esperando por ti mientras te cagas de la risa con el mino de la pega… Pero no
haces nada malo, no haz hecho nada malo … Nosotros no hacemos nada malo.
Yo, yo sé que tienes pololo, sé
que lo quieres y muy probablemente él te quiera. Entiendo completamente el peso
de los años que cargas, los sueños, las expectativas, las costumbres y el dolor
de hacerle doler. ¿Crees que no te coqueteo porque no puedo? ¿Crees que no me acerco
porque no puedo? … Sé que él está ahí, pero lo mas importante es que no quiero
hacer que pases por una infidelidad o incluso por decidir si lo haces o no.
Tengo, de todos modos, que contarte
algo… Esta historia no es nueva para mí, he estado contigo en el cuerpo de otras
mujeres… No siento respeto o cargo de conciencia por tu relación, simplemente
no es mía y no soy yo quien debe cuidarla… Alguna vez una mujer cambio su relación
de 9 años por este pedacito de hombre y no se arrepintió hasta 6 años después…incluso
sé cómo podría llegar a terminar…
En otra ocasión, estreché la mano un
hombre que lloraba porque “su amor” lo había dejado y la razón era yo.
Caminé hacia él, lo miré como si sintiera su dolor y le apreté la mano… “Hola ¿Cómo
estás?” … Él no se dio ni por enterado, mientras yo era el ser más cínico sobre
la tierra.
No tengo dramas o dilemas con nada
de lo que eres, con nada de lo que haces y con nada de lo que representas… Sé
que estas comprometida, sé que estoy soltero…
Por eso mismo no deberías creer
que soy una blanca paloma, mi soltería está tan bien utilizada, tan bien
utilizada como lo está tu pololeo.
Tú estas con alguien… Yo estoy solo,
llegar y llevar.
Tengo además muy presente nuestra
fecha de caducidad, yo tengo mis días contados y tú tienes los días aun más
escasos. Por más que “quisiéramos” soñar con que esta relación pueda perdurar
en el tiempo no lo hará… Las horas en la oficina, la luz del sol y el frescor
de las plantas no volverá a estar en la experiencia de ninguno de los dos…
Sueña, sueña si quieres con que nos veremos de vez en cuando, sueña con que
estaremos el uno en la vida del otro, sueña con mi voz constante, sueña con mi
humor agradable, sueña con mis manos y mis gestos, porque la verdad, la lamentable
realidad real es que no volveremos a vernos…
Por esto te digo que sé, sé que
esto es todo lo que tenemos,
que no hay ni habrá más…
Me han roto el corazón y he roto
corazones… Las canas no las tengo pintadas, las canas las tengo bien
incrustadas a fuerza de experiencias y reflexiones.
No te preocupes, te amo… eres por
lejos mi favorita… Pero tú no eres mía y yo no soy tuyo.
Quiero tener la fuerza para no llevarte
a la orilla de la infidelidad y quiero tener fuerza para olvidarte luego que te
vayas… Y lo haré.
Si de alguna forma pudieras leer
esto quisiera decir…
Me encanta tu risa, me fascina tu sonrisa… Amo como me siento cuando estoy contigo. Eres solo una mujer, pero eres la mujer que me genera algo que no sé qué… Te considero linda, simpática e inteligente… Capaz y madura… Loca, divertida, chistosa pues… También sé que son solo mis apreciaciones y que una lista de tus atributos no logra abarcar en lo más mínimo que simplemente me gustas.
Ya no quiero, ya no quiero no quiero… Equis De.
Una cucharada de me gusta una mujer imposible, otra curruchada
de calentura, una pisca de estoy soltero y tengo que aprovecharlo y dos
cucharadas soperas de no le gusto solo me encuentra simpático, estos son los
ingredientes para tener una horrible noche de sexo sin sentido…
Pero para que la receta funcione es necesario agregar dos huevos.
Luego de esta evidente intoxicación por enamoramiento decidí
poner a prueba mis teorías… ¿Estoy solo porque quiero o porque no puedo estar
con alguien? Y salí a buscar respuestas, respuestas que no demoraron nada en llegar.
Es tan jodidamente fácil encontrar sexo, tan tan tan
jodidamente fácil… Demoré una semana en encontrar a alguien y solo un día para
concretar. ¿Dónde está la emoción? ¿Dónde está el desafío?... Siempre es lo
mismo, me gusta tu risa, me gusta tu sonrisa, eres tan alto, eres tan guapo… me
gustan tus besos… me siento relajada…
Y mira, el problema no es de ellas… Osea, por favor, no
puedo culparlas de caer en mis encantos… Aquí el verdadero problema soy yo… Yo
que no logro terminar de llenar el vacío que me dejaron las carencias del
pasado e intento llenarlo con distintas experiencias que confirmes que no soy
un penca.
Lo siento mi amor, tus puñaladas llegaron muy profundo (no
hate)
Entonces voy de mujer en mujer, de romance en romance, buscando
la confirmación de ser un buen hombre, uno deseado, uno que sabe muy bien cómo
amar a una mujer. Sin embargo, de a poco va perdiendo el sentido, cada vez es
más amarga la sensación, cada vez me cuesta más mantener una erección, cada vez
es más mecánico, cada vez pierde un poco de valor… cada vez me siento más
asqueado.
Voy a parar, creo que esta vez sí voy a parar…
Y bueno, no me sirvió para olvidarte, pero si para saber que
mientras más ganas te tenga con más lujuria te voy a coger… si es que pasa, si
es que sucede…
Por eso, no más sexo sin sentido, no más sexo sin amor…