No puede haber tanta coincidencia.
Mi teléfono falló, de pronto su batería comenzó a crecer
como si estuviera embarazado, no duró mucho más en mis manos y se fue. Quede
con uno de repuesto mientras lo enviaba a reparar, dejando congelados en el
tiempo todos los procesos sociales.
Hace poco volvió, solo un par de días atrás fui a recogerlo, entonces noté
que tu chat seguía ahí, juntando polvo desde la ultima vez. Ayer lo vi de nuevo y pensé “Ha
pasado mucho tiempo”, no lo dudé y simplemente lo eliminé. Al instante recordé lo
mensajes que tenia en favoritos y que se habían perdido luego de presionar el
botón… pero bueno, no soy alguien que se torture mirando los archivos del
pasado.
La vida sigue su curso y todos los días vuelven a llegar las 5
de la tarde…
Ya en casa, me tiro en la cama, prendo mi teléfono y ahí
estás, ahí estas asomando tus plumas, un pajarito de colores revoloteando en mi
ventana solamente con un corazón… con otro antes de dormir… y el último hoy al
despertar.
¡Ay Alexia!... Si tan solo te pudiera mostrar que esto me
pasa, pasa y pasa y no deja de pasar… Alguien viene, toca mi puerta, me ama y
luego se va… para volver junto al tiempo y decir “Hola ¿cómo estás?”
Me pregunto cuál será el fenómeno que hay detrás, justo cuando
suelto el último hilo me vienes a buscar…
Bueno señorita, no sea cobarde, solo me tiene que hablar… si
quieres algo de mi solamente lo debes tomar.
(Qué mal envejecen las cosas)
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