¿Qué cosa puede ser más linda que la vida misma? La existencia y el paso por este mundo son cosas que muchos ven como algo natural, común y ordinario… pero la vida es un don, un regalo de Dios, lo más grande que tenemos aquí y ahora. Todo, obviamente, está ligado a la vida… no podemos comer sin vida, no podemos dormir sin vida, no podemos amar sin vida, ni siquiera podemos morir sin vida… La vida, el mágico hilo que une nuestra alma a esta máquina humana, razón para actuar, razón por la que podemos actuar. Quisiera yo compartir mi alegría por la vida con todos ustedes, pero ni yo estoy siempre atento a ella o feliz por ella…
Solo tienen que pensar un poco más lejos que todo que tienen en la cabeza, mirar un poco mas profundo y sentirán la vida en su cuerpo, corriendo por sus venas, en cada respiración y en cada palpitar, reconozcan que tiene ganas de vivir y que hay muchas cosas que no se los permite, que los atrapa y los hace odiar esto tan preciado que tenemos… Que no tengo esto o aquello, que no veo como quiero, que nadie me entiende y que nadie me ama, siendo que para amar primero debe uno vivir y amarse… y al amarse sabrá que no importa si nadie nos dice te amo, ya que entregar es mucho mejor que recibir…
Pensemos pues en ese cielo, en el que más nos gusta y nos llena de paz, veamos sus ríos, sus montes, nuestras vestimentas blancas y puras, aire fresco, cielo azul, veámoslo fuertemente en nuestra cabeza y ahora luchemos porque así sea… La vida debe ser vivida, realmente vivida…
