14 jul 2013

Clímax



Una profunda respiración es el inicio de tan reveladora historia, la vida hermosa, delicada… terriblemente incierta y devoradora…  Hoy me veo desnudo frente a su inmensidad, es tan… bella y a la vez imparable… Cada palabra es escogida con cuidado pues quiero intentar describir algo que es indescriptible... Hace mucho tiempo que no sentía algo así, un dolor tan inmenso que no te da tiempo o espacio a lamentaciones, no hay nada más que él… Es… es poético… es la realidad sin prismas, sin velos, es lo que es… Dulce, dulce, dulce sentimiento… Quisiera guardarte en mi bolsillo y respirar tu aroma cada vez que me sienta orgulloso de lo que soy y me digas “El dolor es la cura a tu soberbia”… y estar curado es lo mejor… Estoy parado con frío frente a la verdad que ha estado tanto tiempo cubierta por cosas que ya no valen más que una falsa promesa… 

No pude ser elegante y cordial, amante, poeta y artista hasta el final… y eso es porque nunca lo fui… Mis hechos están enterrados en arena y se hunden, se deshacen, se pierden en una vida que siempre ha sido la pantalla de una comedia trágica y terriblemente emocional…

Pero queda un consuelo… y es la realidad… esta amargura por alguna razón es tan maravillosa y lo es porque es liberadora, son las palabras que se escriben sobre la lápida de una vida falsa que llega a su fin… El cascaron se rompe y es debido al mazo de la imponente realidad… Pues una estocada certera a apuñalado mi corazón y, aunque doloroso, son las suaves manos de la verdad las me profieren la mortal herida y  ante eso solo queda dejar caer una veloz lagrima de felicidad al ver tan sublime verdugo… ¿Quién podría odiar a tal ángel de la muerte?... Entregarse es lo único que resta por hacer… ya todo está hecho y el último aliento a salido de este cuerpo sin vida…

La muerte, sin embargo, es un nacimiento maravilloso… total y completamente liberador…

El plato donde se sirve tan exótica comida es “Un  Sospiro” de Liszt…

El clímax ya pasó… el actor ya beso a su amada, el hombre ya salto del edificio, el gatillo ya fue apretado y ahora solo falta el desenlace… Tengo la sensación que esto es lo que siente una persona que va en caída libre hasta el inevitable final… una persona que presiona la herida de bala por donde el sangrado no cesa y solo queda esperar el ultimo respiro… un respiro que puede terminar en inhalación o exhalación…
No merezco este sentimiento… es demasiado profundo, nuevo e inexplicable como para un animal como yo… y de todos modos lo siento y lo disfruto con cada nueva letra que aparece en la pantalla… Siempre creí que sentir tan fuerte era una especie de maldición… pero hoy afirmo “Bendita maldición la que se me han regalado”…

Lo escribo para disfrutar… y lo comparte para simplemente decirles… La vida esconde cosas terriblemente hermosas y no las vemos porque las buscamos donde no están…

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